El secreto es humanizar la atención sanitaria en la clínica dental, empleando un enfoque inter-disciplinar, no sólo ayudando al paciente en su salud física, sino también en el aspecto emocional, social y espiritual.

Es primordial que todos los profesionales de la clínica dental recuerden las emociones de los pacientes y comprender que están pasando por un estado de ansiedad, las reacciones emocionales son múltiples: ira, ansiedad, miedo, tristeza, desesperanza… hacerle saber al paciente, que es alguien único, debemos saber dar soporte emocional a los pacientes

La clínica dental se tiene que diferenciar en ofrecer una atención consciente en los pacientes, atendiendo plenamente a lo que nos comunica y lo que no comunica con palabras pero que transmite con su postura, su tono de voz y sus silencios

Preguntar al paciente cómo se siente, cómo le está afectando emocionalmente el tratamiento, permitir que sus emociones se expresen, ofrecerle calma y bienestar.

El paciente tiene que sentir cómo algo cambia en la relación con su clínica dental, volviéndose más humana y sincera, que le comprenden mejor y que le atienden de manera personalizada