Gestión de los Recursos Humanos en la Clínica Dental
La excelencia como director, con tu equipo, con tus pacientes, con la clínica que queréis llegar a ser….
Las relaciones personales y profesionales tienden a digitalizarse, pero la esencia, el gran secreto es cultivar las relaciones personales cara a cara.
La clínica está formada por personas, que se relacionan entre si y se relacionan con personas externas, pacientes, proveedores,… Al final sólo se trata de personas que tratan con personas.
En las reflexiones anteriores nos hemos centrado en tu posición como director, en el desarrollo de tus habilidades atléticas como director de clínica de alto rendimiento. Tu equilibrio físico y mental, en tu capacidad de conocerte a ti mismo y afrontar tu lugar dentro de la clínica.
Ahora estás preparado para el siguiente paso. Tú y tu equipo.
Seguramente tú no te comportas igual, cuando tratas con amigos, con tu familia, con tus proveedores o con tus colaboradores dentro de la clínica.
Dinos con que ánimo entras por la mañanas a la clínica. Que cara tienen tus colaboradores cuando te ven llegar.
“La respuesta mi amig@, no está soplando en el viento.”
Son reflexiones que implican contestar preguntas, hacerse preguntas incomodas, buscar las respuestas y ser sinceros con nosotros mismos…
No te decimos que cambies drásticamente de un día para otro, simplemente, se trata de ir limando hábitos, hacer pequeños ajustes todos los días y buscar la excelencia de ti mismo como director, con tu equipo, con tus pacientes, con la clínica que queréis llegar a ser.
Tu equipo tiene que saber desde el principio que se espera de ellos y cuales son las reglas del juego dentro de la clínica.
La forma en la que establezcas la disciplina positiva, ejerciendo el control pero dejando libertad.
Saber, cuando tienes que soltar sedal y cuando tienes que tirar con fuerza, pero hasta el punto exacto que no rompas el hilo. Por que si rompes el hilo, perderás la comunicación y posiblemente ya no lo vuelvas a recuperar.
El día a día, te va mostrando las lucecitas rojas de aviso.
Toma decisiones rápidas y contundentes. “Contrata despacio y prescinde de las personas no adecuadas rápidamente”.
La clave es establecer “relaciones de confianza” con tu equipo, no puedes dedicar tu tiempo a hacer de detective, eso supone un desgaste físico y mental que no te puedes permitir.
Trabaja la comunicación, habla con tu equipo de forma abierta y honestamente y si son las personas adecuadas recibirás el mismo trato.
Cuando necesites incorporar más personas a tu equipo, cuenta con personas que puedan cumplir con las exigencias del trabajo y que trabajen bien con los demás.
Dales un sentido de propiedad, involúcrales al determinar sus objetivos, dales libertad para resolver problemas y que tomen decisiones que mejoren su productividad.
Intenta crear espíritu de equipo, anima a las personas a trabajar juntas y a apoyarse mutuamente en actividades que estén relacionadas.
Si detectas que fallan como jugadores de equipo, hazlo saber.
Preocúpate por las personas, conoce sus aspiraciones personales, busca constantemente vías para que se sientan motivados y consigue que el resto del equipo se ayude mutuamente para aprender y prosperar.
Celebra públicamente que el éxito de todos y el tuyo, depende del trabajo del equipo.
Vas a tener inevitable malos entendidos, conflictos. Asúmelos, no los rechaces, pero resuélvelos lo antes posible.
- Si los colaboradores reciben las funciones de manera clara, sencilla y consecuentes, éstos sólo se limitaran a aceptarlas.
- Cuando las instrucciones son confusas, contradictorias y cambiantes los colaboradores no las aceptan o no las entienden.
Cuando las instrucciones son razonables, justas, sencillas, claras y consecuentes, existirá una satisfacción recíproca entre tú y el equipo de la clínica”
Los resultados de la clínica se consiguen a través de las personas
Para poder dirigir a tu equipo, primero tienes que conocerte a ti mismo, tus debilidades, tus fortalezas. Si no logras tu propio equilibrio personal y no conoces a tu equipo, el ambiente de trabajo de tu clínica estará en permanente tensión.
Si alcanzas tu equilibrio personal, pero no conectas con tu equipo, cada día de trabajo estará lleno de altibajos.
Si tienes total control de tus emociones y llegas al corazón de tus colaboradores, el trabajo fluirá, las personas se sentirán realizadas y satisfechas y cada día ir a trabajar se convertirá en todo un placer.
Tu clínica necesita de un líder, conviértete en esa persona que motiva y dirige adecuadamente a su equipo.
Los resultados de la clínica, optimizar tus recursos, se consiguen a través de las personas.
Tienes que conseguir que las personas estén suficientemente motivadas, saca lo mejor de cada uno, haz que trabajen como una piña, suaviza los conflictos, soluciónalos, no los crees. El día a día en la clínica impone un ritmo de trabajo muy alto, donde cada uno tiene que responder a diferentes funciones. Reconoce el esfuerzo individual y colectivo, haz que tu gente se sienta apreciada, valorada.
Llegaras a su corazón, se sentirán realizados profesional y personalmente y eso llegará al corazón de tus pacientes.
Esa será la marca personal de tu clínica, gente contenta trabaja bien y tus pacientes recibirán un trato excelente, te recomendarán a otros pacientes. Tus resultados económicos se incrementarán, tú serás feliz y tu personal con una adecuada política de incentivos también lo será.
Fomentarás un espíritu de orgullo de pertenencia a la clínica, las personas te seguirán de forma natural, tu influencia fluirá sin fuerza, sin presiones, ni tensiones.
Tu equipo aceptará los cambios que consideres ya que has demostrado que eres coherente, justo, responsable y miras por el bien común de la clínica, de tus trabajadores, de los pacientes y de tus proveedores.
Consigue reavivar el entusiasmo y el interés de los empleados por su trabajo.
“El trabajo puede brindarnos la oportunidad de crecer espiritual, personal y económicamente. Si no es así, estamos desperdiciando nuestra vida“
“A las personas les gustan los retos. El dinero no es lo más importante. Hay que trabajar la cultura de que las personas sientan alegría al venir a trabajar por la mañana y satisfacción al irse por la tarde“
Cuídate como un deportista de alto rendimiento, cuida tu mente, tu salud física, tu alimentación.
Cada vez que entres por la puerta de la clínica, plantéate tu trabajo no solamente en hacer tratamientos a los pacientes, dirige tu mirada más allá, levanta la cabeza y observa a tu alrededor, no te conformes con mirar.
Concentra tus energías del día a día, en la realización de las tareas que resulten cruciales para el éxito.
Conviértete en un facilitador para que tus colaboradores fluyan, crea las condiciones necesarias para que tu presencia sea la justa y necesaria, que cada uno sea responsable de su trabajo y sea capaz de trabajar con autonomía e interactuar en equipo.
Una cooperación inteligente resulta infinitamente más valiosa que la obediencia mecánica.”
Cómo gestionar los recursos humanos en la Clínica Dental
Hoy día nos encontramos que en el sector dental, las decisiones empresariales, consisten en asociar una proporción de ingresos al resultado que los colaboradores obtengan de su tarea.
Esta modalidad, cada día más difundida en el sector dental, con el propósito de incentivar la productividad y el rendimiento de los empleados, lleva a un cambio en las relaciones entre los colaboradores de la clínica y la clínica como empresa.
Estas relaciones tienden a debilitarse, lo que representa un serio peligro para la supervivencia de la organización.
En anteriores reflexiones te hablábamos de establecer un clima de confianza.
Nuestro propósito es simplificar lo máximo posible, la complicada tarea de gestionar el clima laboral de tu clínica.
Tu equipo te tiene que considerar como una persona abierta, justa, honesta y dispuesta a escuchar. El que exista un clima de confianza significa que tu equipo cuenta con tu apoyo para que les apoyes en todo tipo de situaciones. Cuentan con tu valoración profesional objetiva, nunca personal.
Es muy delicado reconocer la invisible línea del trato profesional y el personal. Pero cuando está en juego la creación del mejor clima laboral posible, se convierte en una prioridad.
En el trabajo existen ciertas jerarquías. Fuera del trabajo o situaciones que no estén relacionadas con el trabajo, las relaciones personales están sujetas a las mejores normas de conducta social, no existen jerarquías y las relaciones son de mutuo respeto.
La experiencia nos ha enseñado que el trabajo es el trabajo y la vida personal es independiente. Es más, nunca te lleves los problemas de la clínica a casa y por supuesto las preocupaciones de casa no te las lleves a la clínica.
Las personas somos muy complejas, nuestro comportamiento se sustenta en actitudes, creencias, motivaciones, percepciones, hábitos y expectativas. Tú como director de la clínica tienes que gestionar todo el conjunto de aspectos formales e informales que influyen positiva o negativamente en el día a día, en el ambiente de trabajo en la clínica.
La percepción que tengan tus colaboradores dentro de la clínica acerca de las limitaciones o condicionantes que les impongas, afectarán directamente en el clima laboral.
La flexibilidad de tu equipo para asimilar los cambios introducidos y de aceptarlos, será vital para la aparición de los conflictos.
Si las personas saben claramente que se espera de su trabajo, saben como serán evaluados y que recompensas recibirán a medida que logren los objetivos establecidos.
Una forma de crear las bases del clima de confianza en la clínica, de desarrollar un espíritu positivo, es que cada uno conozca el efecto que tiene su trabajo, sus funciones dentro de la clínica y como afecta sobre la estrategia corporativa y de que manera contribuyen al logro de los objetivos.
No puedes poner unos buenos cimientos de confianza, sino delegas ciertas funciones. No sólo mejoras el clima de confianza, además motivas, confías en que las personas de tu equipo pueden trabajar de forma autónoma, al transferir tu propia autoridad les estas dando responsabilidad sobre el funcionamiento de la clínica, de los resultados, del logro de las metas.
Otro elemento determinante es la implicación total por tu parte, para que tu equipo tenga las habilidades y conocimientos necesarios para realizar su trabajo, así como su aportación personal a la hora de desarrollar los procedimientos para establecer la forma de trabajar.
El clima de confianza está directamente relacionado con el clima laboral y este con la cultura organizacional. Todos muy difíciles de medir, pero determinantes para el éxito o fracaso de la clínica.
Si te conviertes en un líder estratégico, que cuidas la evolución de tu equipo dentro de la clínica y no pierdes de vista el entorno de la clínica en el mercado actual;
Estarás aportando con tu trabajo, unas herramientas defensivas, una ventaja competitiva, que otras clínicas por su propia cultura organizacional o su filosofía de trabajo no son capaces de desarrollar”